Formol de uva, moquetas de manos y el baile del mono ancestral.

Y camino por el lomo de la serpiente seca, susurrando gritos a quien no quiera escucharlos.¿Donde guardas tu alma?-Justo ahí,debajo de ti.Dientes de león que curan la urticaria.Árboles que aúllan venganza fría.El olor del ayer, hedor del mañana.Encharcado en sudor,convulso de silencio,reptando por una espalda salada, que nunca es.Aliento de lejía,mentira,no guardes las garras detrás de la espalda,también estoy ahí.Una enredadera en la espina dorsal,clavará hasta hacer sangre,pero brotará una rosa y dos rombos de algodón.Enciclopedias en blanco.Ya nunca sabrás.El anciano mueve su péndulo encima de tu hombro, huele a musgo, humo y almizcle,¿lo notas?Es el olor de tu miedo.Siempre llevo en el bolsillo de mi camisa,un cigarrillo, dos chicles y seiscientas formas de apoyar la cabeza.El patíbulo del ocre,la heráldica del negro.Concupiscencia con eneldo.Mil kilometros en círculos muertos.Tienes mala cara.Apagarse.Hidratos de carbono 14.NO mires bajo la arena, nunca sabes que puedes encontrar.Detrás de tu oído descansa el hombre del saco.Seguir fingiendo.Sé que intentas pisotearme en el fango..Y él,también él;Ahora estoy herido y suele ser cuando os manifestáis,pues bien,todavía soy mas fuerte que vosotros.Una estilete que no es de metal,tan sólo verdad expirada, atravesará tu pecho de pastel de carne y cinco hojas firmadas.Te invito a cenarme.Cercenadas tus coordenadas,te diré, segunda salida por mi derecha. Anoche vi al gallo cantar,con un sol azul que enfriaba el ímpetu.Un motor.Si vuestros pies vibran no es casual.Sopinstant.La acera de mi calle , está destrozada, demasiados pensamientos rotos.Cada cuatro horas te espero vehemente, siempre acabas apareciendo en forma de vaho expirado y una tostada con mantequilla.Hay un gorrión desplumado en el descansillo, creo que busca trabajo.Básicos para los sátiros.