lunes, 20 de diciembre de 2010

Mocasines de trufa y manta.

Rompí mis zapatos nuevos.Eran preciosos y probablemente los que mejor se adaptaban a mi pie de todos los zapatos, botas, alpargatas, zapatillas, babuchas, mocasines o boggies que habia tenido...y los rompí, jugando al fútbol.
Ya mi no me gusta el puto fútbol,lo detesto.Siempre me ha parecido testosterona mal canalizada.Pero siempre acabamos haciendo lo que no debemos cuando no debemos.Era el único jodido par de zapatos que se adaptaban a mi pie,además de ser hermosos y elegantes.Y los traté como a unas zapatillas de trekking...Cuando terminé de aporrear el balón, me los saqué y estaban tristes y deslabazados.
Fué en el único momento que me fijé que dentro tenían una etiqueta que ponía:

a)No aptos para la práctica de deportes.
b)Fabricados de un tejido especial y único ,requieren mucha delicadeza y cuidados.
c)Si sigue estas recomendaciones tendrá unos zapatos para toda la vida.

pero en ese momento las suelas de los zapatos cayeron rotas al suelo...